7 de septiembre de 2005

El berrinche

Ayer fui con mi mamá y mi hermana a colocarle los forros a los asientos de mi carro nuevo.

Llegamos al lugar y comenzó el trabajo, uno de los empleados sacó todos los asientos
y otro procedió a colocar los nuevos forros.

Esperamos durante casi hora y media.

Al finalizar, mi mamá me dice:
Revise que todo este bien.

Así lo hice…

Mi sorpresa fue encontrar el asiento de piloto con un defecto. El puesto rodaba bien en ambos sentidos, pero quedaba descuadrado cuando llegaba al límite trasero.

Le dije a mi hermana:
esto está raro, quedó mal este puesto y ella me dijo: déjame probar
Se sentó en ese lado y verificó mi comentario. El asiento estaba descuadrado.

Le dije al dueño del negocio lo que pasaba y acto seguido lo revisó, pero, me dijo que eso estaba así y que el no podía hacer nada…

Comencé a sentir que la sangre me hervía.

Le dije a mi mamá que eso no podía ser, el carro no estaba así porque el carro tiene menos de un mes de haberlo sacado de la agencia, y ella, entre culpable e impotente, me decía:
si yo sé, pero yo que puedo hacer?.

Insistí con el dueño, pero esta vez más eufórica:
como es posible, seguro que eso lo dañaron cuando lo sacaron, le dieron mal alguno de los martillazos, eso no estaba así
El señor me decía:
Señorita eso es así, nosotros solo colocamos el forro y no nos metemos con más nada. Yo aún más molesta le dije: quien conoce más un carro que su dueño.

El señor volvió a revisar y no halló la falla.


Le dije:
vuelva a sacar el puesto… así lo hizo.

Se veía que algo andaba mal, pero nadie daba respuesta…

Yo mas molesta y mi mamá ni hablaba, sólo me dijo:
llame a su papá.

Lo llamé diciéndole:
papi será que puede venir, es que tenemos un problemita con los asientos; el me dijo: ya voy.

Mientras llegaba, me metí en el carro a esperar y me puse a hacer Daimoku (Nam Miojo Rengue Kio), para que bajara la furia.

Llegó mi papá y le conté lo que había sucedido.

El dueño se acercó y le dijo a mi papá su versión del cuento. A la vez que yo le decía que eso no estaba así.

En ese espacio yo maldecía en voz alta sobre el suceso, diciendo entre otras, cosas como:
-
Como me va a pasar esto?
-Por qué nadie me da una respuesta?
-Seguro que fueron ellos, que casualidad que se le quitan los asientos y esa vaina se daña.
-La Fiat no me va a reconocer nada!!!
-Fue mas caro el remedio que la enfermedad!!!
-Eso no estaba así, eso estaba bien.

Mi papá estuvo largo rato con el señor, indagando sobre lo que pudo haber ocurrido. Descartaron cualquier cantidad de opciones.

Entre tanto, llegó un momento donde la rabia me dominó y me sentía horrible, hasta que me puse a llorar como una bebé y armé el berrinche.

No me podía controlar, entre en shock, no sé que me pasó, no podía controlarme…

La esposa del dueño, salió y trató de calmarme, pero fue inútil, cada palabra que decía me generaba mas desesperación… Solo quería que se callara.

Finalmente, mi papá me llamó y me dijo:
hija, tranquila, ya estuvo. Venga y lo prueba… Me monté en el carro y como por arte de magia el asiento estaba como hacía 4 horas atrás, en perfecto estado.

Sin embargo, no pude controlarme hasta mucho rato después. Literalmente, perdí los estribos.

Si se preguntan cual fue la falla, les cuento, era un defecto en el ensamblaje del auto, los rieles por donde rueda el cojín para ajustar a la medida, estaban 1cm. desnivelados. Antes de quitar los puestos, obviamente no se notaba, porque en la planta lo habían hecho coincidir; pero cuando lo sacaron y lo volvieron a colocar se desniveló nuevamente. Lo que hicieron fue hacerle la trampa que traía y obligar al asiento a mantenerse en la medida justa.

Por suerte, mi padre es un excelente perfeccionista y se dio cuenta de ese detallito que nos descontroló la vida a todos los que estábamos allí: mi mamá, mi papá, el dueño, su esposa, los empleados y a mi.

Nunca me había descontrolado tanto y había experimentado esa sensación tan horrible.

Definitivamente, el berrinche más grande de mi vida.
–Hasta ahora–

10 comentarios:

Petrusco dijo...

Uy, bueno amiga, tranquila, eres humana, sensible y te gusta que las cosas se hagan correctamente. No somos máquinas sabes?, te agarró el problema inesperadamente y reaccionaste así. Eso nos puede pasar a cualquiera. Un abrazo!!

todo.bajo.control dijo...

Que te puedo decir...

Esta fue una situación que me puso fuera de control.

Además, yo soy demasiado visceral, actúo y luego pienso.

Espero que no me vuelva a pasar algo así.

nelsoncisneros dijo...

Hola, a veces nos lamentamos cuando alguna cosa material se nos detriora o se nos daña, quizas hasta podamos perder el control, pero todo es facilmente recuperable mientra haya vida y salud...

Muy bueno tu post y un grato placer conocerte.

Nelson

todo.bajo.control dijo...

Nelson, lo que dices es totalmente cierto. Creo que eso es pura naturaleza humana.

Gracias por leerme.

Daniel Cáceres dijo...

Jajajaja! Me imagino la vaina y estoy cagado de la risa! jajajaja!

Que cómico debió haber estado ese show :-D

Jajajaja!

Anónimo dijo...

uy uy uy, entonces TODO por aquí no está bajo control ;-)

Menos mal que pudieron resolver el problema, sino quién aguantaba la mania moviendo el asiento a cada rato jajaja uno es así, que se hace.

Saludos.

todo.bajo.control dijo...

Pues si Dani, que te puedo decir... ahora me acuerdo y me da demasiada risa, pero en el momento fue bastante incomodo.
Y tu que me conoces debes imaginarte perfectamente como me puse...
Se te agradece leer mas a menudo este blog... OK!!!

todo.bajo.control dijo...

Gilbert a veces todo no puede estar bajo control... esta es la excepción.
Pero, ya lo controlé...

Unknown dijo...

Esto... uhm.... Daimoku (Nam Miojo Rengue Kio)???? La cosa me sonó a juego de Nintendo...

todo.bajo.control dijo...

Nam Miojo Rengue Kio, es el mantra fundamental de la práctica busdista, y encierra todos los aspectos involucrados en la Ley de la Vida.
Si quieres saber más al respecto ponte en contacto conmigo, estamos en la misma ciudad.