Can´t belive it…

Así mismo...

No puedo creer que ya pasó un año desde el día de mi graduación.

Un 4 de febrero de 2005, estaba allí sentada entre mis amigas y compañeros de 5 años.

Ufff, que día tan emocionante, y más cuando de nerd te gradúas Cum Laude, eres el primer lugar de la promoción y te toca decir las palabras de solicitud de título.

Wao, aun recuerdo como estuvo ese día… Llegar unas 2 horas antes por si las moscas –en esos días siempre pasa de todo-, la emoción de todos, la formación para la entrada triunfal, la entrada al auditórium, la cara de todos, la cara de tus padres –de orgullo y satisfacción-, el protocolo del acto, los nervios acumulados antes de que digan tu nombre para hablar delante de los presentes, la espera hasta que te llaman para subir a recibir el título… las pintas y peinados de las muchachas sobre todo, los tropiezos en la tarima por estar estrenando zapatos nuevos… y otras tantas que con el tiempo se olvidan…

Recuerdo que cuando subí al presidium a recibir mi título, tenía que hacer una venia adicional por lo de la distinción Cum Laude, la emoción no me cabía, ver a todos los presentes de pie aplaudiendo por mas tiempo de lo estipulado, mi primo gritando “esa es mi prima” y mis padres con lágrimas en los ojos de la emoción. En ese momento pensé que se me olvidaría todo y que voltearía al lado incorrecto, que iba a dar la mano al revés, también creí que iba a romper a llorar, pero no fue así, sientes tantas cosas en un sólo momento, que solo me dio oportunidad de mostrar una sonrisa de oreja a oreja y de hacerlo tal como era.

En ese instante solo pasaba por mi mente una película de imágenes detalladas sobre los momentos mas significativos los años de estudio, la decisión de estudiar esa carrera y en esa universidad, el incansable apoyo y trasnochos conjuntos de mis padres cuando había que entregar trabajos finales, conocer a mis amigas que durante los 5 años nos apoyamos y competimos por se las mejores y lo logramos, las largas noches de “estudio” donde solo hablábamos otros temas, las grandes comilonas que nos echábamos cada vez que estábamos juntas, el periodo de pasantías que me ayudó a valorar lo que significa estar en casa, la tristeza de saber que en par de días ya no estaría allí, con mi gente, porque tenía que partir a trabajar en otra distante ciudad.

Nunca pensé que esa famosa frase: “es uno de los días más importantes de tu vida” fuese tan cierta como cada una de sus palabras… Es un día en el que sientes que has culminado un gran proyecto, pero que te queda la responsabilidad de comenzar y asumir nuevos retos en medio de situaciones inciertas…

Gracias a quien tenga que agradecer, por cada uno de los 365 días que han transcurrido desde aquel día, pues aunque fáciles no han sido, han estado llenos de éxitos, de apoyo y amor familiar, de felicidad…

Ahora solo me resta decir Can´t belive it… porque es así, no puedo creer que ya haya pasado un año.