1 de agosto de 2006

Sutil erotismo...

"Aureliano sonrió, la levantó por la cintura con las dos manos, como una maceta de begonias, y la tiro boca arriba en la cama. De un tirón brutal, la despojo de la túnica de baño antes de que ella tuviera tiempo de impedirlo,y se asomó al abismo de una desnudez recien lavada que no tenía un matiz de la piel, ni una veta de vellos, ni un lunar recóndito que el no hubiera imaginado en las tinieblas de otros cuartos. Amaranta Ursula se denfendía sinceramente, con astucia de hembra sabia, comadrejeando el escurridizo y flexible y fragante cuerpo de comadreja, mientras trataba de destroncarle los riñones con las rodillas y le alacraneaba la cara con las uñas, pero sin que él ni ella emitieran un suspiro que no pudiera confundirse con la respiración de alguien que contemplara el parsimonioso crepúsculo de abril por la ventana abierta. Era una lucha feroz, una batalla a muerte, que sin embargo parecía desprovista de toda violencia, porque estaba hecha de agresiones distorsionadas y evasivas espectrales, lentas, cautelosas, solemnes, de modo que entre una y otra había tiempo para que volvieran a florecer la petunias y Gastón olvidara sus sueños de aeronauta en el cuarto vecino, como si fueran dos amantes enemigos tratando de reconciliarce en el fondo de un estanque diáfano. En el fragor del encarnizado y ceremonioso forcejeo, Amaranta Ursula comprendió que la meticulosidad de su silencio era tan irracional, que habría podido despertar las sospechas del marido contiguo, mucho más que los estrepitos de guerra que trataban de evitar. Entonces empezo a reir con los labios apretados, sin renunciar a la lucha, pero defendiendose con mordiscos falsos y descomadrejeando el cuerpo poco a poco, hasta que ambos tuvieron consciencia de ser al mismo tiempo adversarios y complices, y la brega degeneró en un retozo convencional y las agresiones se volvieron caricias. De pronto, casi jugando, como una travesura más, Amaranta Ursula descuido la defensa, y cuando trató de reaccionar, asustada de lo que ella misma había hecho posible, ya era demasiado tarde. Una conmoción descomunal la inmovlizó en su centro de gravedad, la sembró en su sitio, y su voluntad defensiva fue demolida por la ansiedad irresistible de descubrir que eran los silbos anaranjados y los globos invisibles que la esperaban al otro lado de la muerte. Apenas tuvo tiempo de estirar la mano y buscar a ciegas la toalla, y meterse una mordaza entre los dientes, para que no se le salieran los chillidos de gata que ya le estaban desgarrando las entrañas."
(...)


Cien años de soledad(Fragmento), Gabriel García Márquez

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Sutil disyuntiva: En el Amor, subdito y Rey, quien ama más el concede o el que suplica?

todo.bajo.control dijo...

Wao Victor, tu siempre sorprendiendome con tus letras... Este post está dedicado a ti...
Besitos,
TBC

Unknown dijo...

Obra maestra de Gabriel García Márquez... Y hecho el loco el colombiano le mete a los relatos eróticos en sus novelas.. ja!

Slds!

Marcel Pommiez dijo...

Gracias por recordarme un gran libro que leí hace años... creo que habrá que releerlo!


Un abrazo

nelsoncisneros dijo...

Hola, me encanta esta este relato, con una inusual faceta que cambia tu estilo de post, el cual enganchga desde un principio deleitando sutilmente a quien tiene la fortuna de seguir sus letras.

Un abrazo y espero la estes pasando muy bien, Cuidate por favor con el cambio de clima.

Nelson

todo.bajo.control dijo...

Buenos comentarios para un buen post, seguiré escribiendo algo por esta línea...
Slds,
TBC

Unknown dijo...

Se llama realismo Magico...
Me alegre tanto de haber identificado inmediatamente el fragmento que aun no lo podia leer¡¡

Hay una frase de ese libro que siempre me ha gustado "Apartense vacas que la vida es corta "

me ha gustado pasar por aca

Yamina del Real dijo...

Erotismo sutil, sin duda...un placer volver a leerlo.

gracias por visitar mi blogs y por dejar tus palabras

un beso y por quí vendré

y

todo.bajo.control dijo...

Si Nahesh, el García Marquez tiene siempre una nota erótica en sus líneas...
Pero más aún este gusto por lo erótico, se refleja en "El amor en los tiempos del cólera"... Ufff tremenda novela, si tienes chance de leerla hazlo, demasiado real, o como dijo la amiga consuelo, realismo mágico...

Alkaline Diego dijo...

+ Muy bueno
+ No recordaba esa parte

Clavel Rangel dijo...

Hola! Gracias por pasar por mis lares (jeje) y por tus preguntas y comentarios. En cuento a eso, sí son míos ;).

Seguiré visitándote.

Isa dijo...

sabes, es muy extraño hace días que pienso en esa parte del libro. Supongo que es un fragmento para recordar ;)

Israel Centeno dijo...

El final de la novela donde Eros se debate contra Tánatos -¿las hormigas? ¿el derrumbe de la casa? ¿el turbión sobre Macondo? -, expresa una conflagración sexual donde el autor no nos ahorra el agobio y la desesperación de las mejores copulas.( Nunca se ama tan intensamente, sólo cuando te comprendes finito, mortal),

saludos

Carlos M. Roos T. dijo...

muchachaaaaa que haces que no te has incrito en el miss mamita bloguera.... corre corre.... que queremos ver bellezas como tu por esos lares... ANIMATE

Anónimo dijo...

cien años de soledad... hace tanto que la leí y sus personajes aun rondan en el fondo de mi memoria. Sin duda esa es la marca de una gran novela, que nunca te abandona y siempre vas a poder ver a sus imaginarios personajes paseando por las calles de un imaginario Macondo con sus calles iluminadas con el sol, esperando la llegada del circo para ver la mas reciente maravilla descubierta por los gitanos.