Hace como un mes y medio atrás, entre el ajetreo del trabajo y el estrés citadino que se respira ahora en San Cristóbal, de vez en cuando – bueno más que eso- me echaba mis escapaditas a McDonald´s a comerme algo rápido para seguir en la faena…
Comenzó el lanzamiento de los nuevos platos “Especiales del Chef”, de los cuales el divinísimo Volcán de Chocolate se convirtió en mi preferido del menú. Comenzó la adicción y con ella un concurso en las sucursales de la referida franquicia, de esos que cuando los lees dices: - Si claro lleno mi tickets, pero jamás me lo ganaré…
Recuerdo que uno de esos días comenté, bueno si me llego a ganar algo de lo que allí ofrecen que sea el viaje a Bogotá o uno de los lentes de sol –que confieso debo renovarlos yá-. Tal vez en ese momento estaba decretando lo que estaba por suceder.
Pues pasados los días, entre una cosa y otra, el pasado lunes 12 de noviembre, estaba con unos compañeros de trabajo cenando en un reconocido centro comercial de este pueblo, y con la parlanchinería nunca escuche mi celular… Vía a mi casa, se me ocurre verlo y tenía unas cuantas llamadas perdidas de un número desconocido y otras desde el número de mi papá… Pensé, cooye que pasaría!!!
Inmediatamente devolví la llamada a mi padre, pero nadie me contestó… Me invadió el pánico porque una siempre anda pensando lo peor…
Llegó a mi casa, al ver todos los carros en el estacionamiento me tranquilicé. Entro y comienza el diálogo en un gocho rajao:
Mi hermana desde el segundo piso: -Chama se ganó un viaje a Bogotá, la llamaron de McDonald`s…
Yo: entre duda y asombro, pregunto: -como así???.
Ella: -La llamó un Sr. Fulanito de Tal, de Mercadeo de McDonald´s, para decirle que se ganó el premio del viaje a Bogotá que estaban sorteando…
Yo: -En serio, si habla. Ahhh, con razón la llamada perdida de mi papá, era usted? Era para eso?
Ella: -Pues claro boba, es que usted nunca contesta ese teléfono… Como usted no le contestó el señor llamó para la casa.
Yo: - De panas chama
Ella: -Claro chama, ahí está el teléfono para que lo llame…
Mi hermana que seguro cuando recibió la llamada, estaba más emocionada que yo, copió mal el teléfono y cuando llamaba al señor me caía equivocado. Casi pierdo el premio!!!
De una vez, revisé mi celular para confirmar el número y evidentemente, la loca esa, copió 0414 en vez de 0424. Bueno, pero por lo menos tenía el teléfono. Eran casi las 10 p.m. y me daba pena llamarlo. Sin embargo, lo llamé, el señor me contestó y me confirmó lo que aún dudaba.
El: -En el sorteo realizado el sábado pasado, usted fue la persona que se ganó el premio del viaje a Bogotá por ser nuestro cliente frecuente de los Especiales del Chef…Yo: Wao, que fino!!! Pero que tengo que hacer??
El: Llámeme mañana para conversar con la agencia de viajes
Yo: Ok
Martes 13, pavoso pero no en este caso. Llamé al señor de McDonald´s y me dijo: - No he podido hablar con la agencia, pero le informo que es un viaje para una sola persona, pase el viernes por mi oficina, para darle una carta de canje por el paquete turístico. Yo: Mmmm, está bien.
Paso el miércoles y llega el jueves, la emoción no me dejaba. Volvía a llamar al señor y resulta que seguía ocupado, me dijo que pasara el viernes nuevamente, pero esta vez, completó: - El viaje debe disfrutarse antes del 5 de diciembre, es para una sola persona por 3 días y 2 noches y la agencia es tal…
Ante esta información, vi el calendario de mi escritorio y me doy cuenta de lo cercana que estaba la fecha tope, de modo que ante su complicada vida, decidí pasar directamente por la agencia. Llegué me identifiqué y la señora me atendió muy bien, me explicó en lo que consistía, lo que incluía, el valor de las noches adicionales y me ofreció un buen precio por si quería llevar acompañante, le dije que me reservara para el fin de semana del 22 al 25, me tome una noche adicional para aprovechar al máximo.
Llegué ese día a mi casa y le dije a mi mamá que me acompañara, y me dijo que no, que mas bien llevara a mi hermana para que aprovechara la ocasión. Al principio dijo que no, pero luego se decidió.
McDonald´s publicó los resultados en prensa local y también me enviaron un correo para felicitar a todos los ganadores. Pero – entre nos- me llevé el premio gordo.
Buscamos nuestros pasajes, pedí permiso en la oficina que por cierto me concedieron sin problemas, y organizamos todo para ese jueves 22.
Jueves 22, me voy a la oficina, porque me tomé solo la tarde del jueves y el viernes, subo al mediodía, almuerzo, doy vueltas como trompo, me baño, me visto y como a eso de las 3 p.m. confiadas pues el avión salía a las 7 p.m. hora colombiana, luego salimos con mi papá rumbo al aeropuerto de Cúcuta que queda aproximadamente a hora y media sin colas.
Comienza la agonía, llegamos a Capacho que es como la mitad del camino, y una marcha chavista tenía todo trancado, estrés total, perdimos 1 hora y pico, luego, pasamos y entrando a San Antonio, que es plena línea fonteriza, full congestión, eran las 5, las 6 de la tarde y nada, por fin como a las 6:20 p.m. avanzamos, llegamos a Cúcuta. Primera parada, el DAS colombiano, para que nos dieran la famosa Tarjeta Andina, que otorgan en el marco de la CAN a las personas que no tienen pasaporte. Mi hermana no tiene, yo sí, pero no valío de nada porque tenía que sellarlo en San Antonio, para poder sellar la entrada a Colombia… En fin, nos temblaba todo, llenando los datos. Hay que ver lo que son los prejuicios, aunque íbamos de turismo, nos sentíamos como unas mulas (entiéndase las personas que transportan droga).
En fin, logramos que nos dieran las benditas tarjetas, proseguimos al aeropuerto que queda al otro extremo de esa ciudad. Para continuar con el Karma, están remodelando unas carreteras en Cúcuta y hay que desviarse por una serie de atajos que cualquier cristiano se pierde, y eso fue lo que nos pasó… Dimos millones de vueltas hasta que un taxista no guió y llegamos. Justo a las 6:30 p.m. hora colombiana / 7:30 p.m. hora venezolana, estaban cerrando el vuelo, solo faltábamos nosotras, nos chequearon volando y tuvimos que lanzarnos el maratón hasta el avión.
Ufff… llegamos y como Ley de Murphy para los otros pasajeros nos tocó en la fila 2, tal como reza el adagio criollo: los últimos serán los primeros. Jajaja…
Vuelo con turbulencia, obviamente, nada que me produzca miedo, luego del incidente aéreo de hace un tiempo atrás… Todo tranquilo y en 50 minutos estábamos en la Ciudad de Bogotá.
Buenísimo, llegamos, recogimos nuestro equipaje, salimos a esperar que nos buscara el famoso traslado que cubría el hotel, pero después de 30 minutos, nunca se hizo presente. Procedimos a tomar un taxi –que organización la de esa gente, hay que reconocerlo- que nos llevó a nuestro sitio de hospedaje.
Montándonos el taxi y yo ya tenía el cráneo congelado del frío que está haciendo estos días por esa urbe. Llegamos al destino, cuadramos con el chofer del taxi para que el otro día nos llevara a la famosa Catedral de Sal, quien nos ofreció una ganga de 100.000 pesos por el trayecto, cuando los demás cobran 200.000 pesos, luego cenamos y a dormir.
Viernes 23, nos levantamos temprano, tuvimos que cambiar la hora al reloj, para ubicarnos. Desayunamos y nos fuimos con el taxista, rumbo Zipaquirá, que belleza la ciudad, el trayecto completo hasta ese pueblo y la primera maravilla de Colombia, como es denominada la famosa Catedral de Sal -lo certifico, es de sal-
Luego nos quedamos en el Norte de Bogotá, donde está lo mas lujoso para conocer, restaurantes, centros comerciales y la infaltable Zona Rosa.
Sábado 24, impelable ir al Santuario de Monserrate, subir o bajar, por el funicular o por el teleférico, la vista es inigualable.
Vimos la Universidad Javeriana, la Casa de Nariño, el casco histórico, las obras de Botero, el bien conocido Transmilenio, el centro, la arquitectura, los museos, el parque 93, la comida, la ropa, la gente y todo lo bonito que ofrece la bella Bogotá. Es súper seguro y económico, claro si pagas en pesos respaldados con dólares de CADIVI.
Domingo 25, retorno, 2 horas de espera en el aeropuerto, por fin despegamos y llegamos a Cúcuta nuevamente. Pero debíamos antes de pisar Venezuela, dejar la bendita Tarjeta Andina en el DAS, llegamos al instituto y como el intercambio entre ambos países por esta frontera es tan estrecho, esperamos 2 horas debido a la cantidad de gente que había. Por fin, pudimos comenzar nuestro trayecto a casa. A las 11:30 de la noche, llegamos pero estaba recansada, solo saludé a mi mamá y pase derecho a la cama a dormir, porque el lunes siguiente debía estar fresca como una lechuga de nuevo en la oficina.
A pesar de lo aparatoso del viaje, nos fue excelente, es una linda experiencia que perdurará en nuestras mentes. Les recomiendo visitar Bogotá si algún día tienen la oportunidad, eso sí, sin prejuicios.
Obviamente no puedo dejar de agradecer a mi patrocinante oficial McDonald´s por premiar a sus asiduos clientes de esta manera.
Comenzó el lanzamiento de los nuevos platos “Especiales del Chef”, de los cuales el divinísimo Volcán de Chocolate se convirtió en mi preferido del menú. Comenzó la adicción y con ella un concurso en las sucursales de la referida franquicia, de esos que cuando los lees dices: - Si claro lleno mi tickets, pero jamás me lo ganaré…
Recuerdo que uno de esos días comenté, bueno si me llego a ganar algo de lo que allí ofrecen que sea el viaje a Bogotá o uno de los lentes de sol –que confieso debo renovarlos yá-. Tal vez en ese momento estaba decretando lo que estaba por suceder.
Pues pasados los días, entre una cosa y otra, el pasado lunes 12 de noviembre, estaba con unos compañeros de trabajo cenando en un reconocido centro comercial de este pueblo, y con la parlanchinería nunca escuche mi celular… Vía a mi casa, se me ocurre verlo y tenía unas cuantas llamadas perdidas de un número desconocido y otras desde el número de mi papá… Pensé, cooye que pasaría!!!
Inmediatamente devolví la llamada a mi padre, pero nadie me contestó… Me invadió el pánico porque una siempre anda pensando lo peor…
Llegó a mi casa, al ver todos los carros en el estacionamiento me tranquilicé. Entro y comienza el diálogo en un gocho rajao:
Mi hermana desde el segundo piso: -Chama se ganó un viaje a Bogotá, la llamaron de McDonald`s…
Yo: entre duda y asombro, pregunto: -como así???.
Ella: -La llamó un Sr. Fulanito de Tal, de Mercadeo de McDonald´s, para decirle que se ganó el premio del viaje a Bogotá que estaban sorteando…
Yo: -En serio, si habla. Ahhh, con razón la llamada perdida de mi papá, era usted? Era para eso?
Ella: -Pues claro boba, es que usted nunca contesta ese teléfono… Como usted no le contestó el señor llamó para la casa.
Yo: - De panas chama
Ella: -Claro chama, ahí está el teléfono para que lo llame…
Mi hermana que seguro cuando recibió la llamada, estaba más emocionada que yo, copió mal el teléfono y cuando llamaba al señor me caía equivocado. Casi pierdo el premio!!!
De una vez, revisé mi celular para confirmar el número y evidentemente, la loca esa, copió 0414 en vez de 0424. Bueno, pero por lo menos tenía el teléfono. Eran casi las 10 p.m. y me daba pena llamarlo. Sin embargo, lo llamé, el señor me contestó y me confirmó lo que aún dudaba.
El: -En el sorteo realizado el sábado pasado, usted fue la persona que se ganó el premio del viaje a Bogotá por ser nuestro cliente frecuente de los Especiales del Chef…Yo: Wao, que fino!!! Pero que tengo que hacer??
El: Llámeme mañana para conversar con la agencia de viajes
Yo: Ok
Martes 13, pavoso pero no en este caso. Llamé al señor de McDonald´s y me dijo: - No he podido hablar con la agencia, pero le informo que es un viaje para una sola persona, pase el viernes por mi oficina, para darle una carta de canje por el paquete turístico. Yo: Mmmm, está bien.
Paso el miércoles y llega el jueves, la emoción no me dejaba. Volvía a llamar al señor y resulta que seguía ocupado, me dijo que pasara el viernes nuevamente, pero esta vez, completó: - El viaje debe disfrutarse antes del 5 de diciembre, es para una sola persona por 3 días y 2 noches y la agencia es tal…
Ante esta información, vi el calendario de mi escritorio y me doy cuenta de lo cercana que estaba la fecha tope, de modo que ante su complicada vida, decidí pasar directamente por la agencia. Llegué me identifiqué y la señora me atendió muy bien, me explicó en lo que consistía, lo que incluía, el valor de las noches adicionales y me ofreció un buen precio por si quería llevar acompañante, le dije que me reservara para el fin de semana del 22 al 25, me tome una noche adicional para aprovechar al máximo.
Llegué ese día a mi casa y le dije a mi mamá que me acompañara, y me dijo que no, que mas bien llevara a mi hermana para que aprovechara la ocasión. Al principio dijo que no, pero luego se decidió.
McDonald´s publicó los resultados en prensa local y también me enviaron un correo para felicitar a todos los ganadores. Pero – entre nos- me llevé el premio gordo.
Buscamos nuestros pasajes, pedí permiso en la oficina que por cierto me concedieron sin problemas, y organizamos todo para ese jueves 22.
Jueves 22, me voy a la oficina, porque me tomé solo la tarde del jueves y el viernes, subo al mediodía, almuerzo, doy vueltas como trompo, me baño, me visto y como a eso de las 3 p.m. confiadas pues el avión salía a las 7 p.m. hora colombiana, luego salimos con mi papá rumbo al aeropuerto de Cúcuta que queda aproximadamente a hora y media sin colas.
Comienza la agonía, llegamos a Capacho que es como la mitad del camino, y una marcha chavista tenía todo trancado, estrés total, perdimos 1 hora y pico, luego, pasamos y entrando a San Antonio, que es plena línea fonteriza, full congestión, eran las 5, las 6 de la tarde y nada, por fin como a las 6:20 p.m. avanzamos, llegamos a Cúcuta. Primera parada, el DAS colombiano, para que nos dieran la famosa Tarjeta Andina, que otorgan en el marco de la CAN a las personas que no tienen pasaporte. Mi hermana no tiene, yo sí, pero no valío de nada porque tenía que sellarlo en San Antonio, para poder sellar la entrada a Colombia… En fin, nos temblaba todo, llenando los datos. Hay que ver lo que son los prejuicios, aunque íbamos de turismo, nos sentíamos como unas mulas (entiéndase las personas que transportan droga).
En fin, logramos que nos dieran las benditas tarjetas, proseguimos al aeropuerto que queda al otro extremo de esa ciudad. Para continuar con el Karma, están remodelando unas carreteras en Cúcuta y hay que desviarse por una serie de atajos que cualquier cristiano se pierde, y eso fue lo que nos pasó… Dimos millones de vueltas hasta que un taxista no guió y llegamos. Justo a las 6:30 p.m. hora colombiana / 7:30 p.m. hora venezolana, estaban cerrando el vuelo, solo faltábamos nosotras, nos chequearon volando y tuvimos que lanzarnos el maratón hasta el avión.
Ufff… llegamos y como Ley de Murphy para los otros pasajeros nos tocó en la fila 2, tal como reza el adagio criollo: los últimos serán los primeros. Jajaja…
Vuelo con turbulencia, obviamente, nada que me produzca miedo, luego del incidente aéreo de hace un tiempo atrás… Todo tranquilo y en 50 minutos estábamos en la Ciudad de Bogotá.
Buenísimo, llegamos, recogimos nuestro equipaje, salimos a esperar que nos buscara el famoso traslado que cubría el hotel, pero después de 30 minutos, nunca se hizo presente. Procedimos a tomar un taxi –que organización la de esa gente, hay que reconocerlo- que nos llevó a nuestro sitio de hospedaje.
Montándonos el taxi y yo ya tenía el cráneo congelado del frío que está haciendo estos días por esa urbe. Llegamos al destino, cuadramos con el chofer del taxi para que el otro día nos llevara a la famosa Catedral de Sal, quien nos ofreció una ganga de 100.000 pesos por el trayecto, cuando los demás cobran 200.000 pesos, luego cenamos y a dormir.
Viernes 23, nos levantamos temprano, tuvimos que cambiar la hora al reloj, para ubicarnos. Desayunamos y nos fuimos con el taxista, rumbo Zipaquirá, que belleza la ciudad, el trayecto completo hasta ese pueblo y la primera maravilla de Colombia, como es denominada la famosa Catedral de Sal -lo certifico, es de sal-
Luego nos quedamos en el Norte de Bogotá, donde está lo mas lujoso para conocer, restaurantes, centros comerciales y la infaltable Zona Rosa.
Sábado 24, impelable ir al Santuario de Monserrate, subir o bajar, por el funicular o por el teleférico, la vista es inigualable.
Vimos la Universidad Javeriana, la Casa de Nariño, el casco histórico, las obras de Botero, el bien conocido Transmilenio, el centro, la arquitectura, los museos, el parque 93, la comida, la ropa, la gente y todo lo bonito que ofrece la bella Bogotá. Es súper seguro y económico, claro si pagas en pesos respaldados con dólares de CADIVI.
Domingo 25, retorno, 2 horas de espera en el aeropuerto, por fin despegamos y llegamos a Cúcuta nuevamente. Pero debíamos antes de pisar Venezuela, dejar la bendita Tarjeta Andina en el DAS, llegamos al instituto y como el intercambio entre ambos países por esta frontera es tan estrecho, esperamos 2 horas debido a la cantidad de gente que había. Por fin, pudimos comenzar nuestro trayecto a casa. A las 11:30 de la noche, llegamos pero estaba recansada, solo saludé a mi mamá y pase derecho a la cama a dormir, porque el lunes siguiente debía estar fresca como una lechuga de nuevo en la oficina.
A pesar de lo aparatoso del viaje, nos fue excelente, es una linda experiencia que perdurará en nuestras mentes. Les recomiendo visitar Bogotá si algún día tienen la oportunidad, eso sí, sin prejuicios.
Obviamente no puedo dejar de agradecer a mi patrocinante oficial McDonald´s por premiar a sus asiduos clientes de esta manera.
3 comentarios:
Hola , que interesante tu historia.. justamente estoy buscando experiencias de este tipo ya que viajo a Bogotá proximamente con un pana a través de la frontera... Me gustaría saber cuanto tiempo toma viajar desde el aeropuerto de San ANtonio hasta el Aeropuerto de Cucuta y viceversa.. con el cambio de horario en Venezuela, ASERCA modificó sus itinerarios y nos hace la conexión de regreso algo angustiosa... Saludos y AGradezco toda la info que nos puedas brindar!
Hola Franco!!!
A ver cuentame... De donde sales? A que hora llegas a San Antonio y a que horas abordas en Cúcuta?
Es importante, porque la peor cola está entre San Antonio y Cúcuta!!! Tienes que sellar tu pasaporte en la ONIDEX en San Antonio para que puedas ingresar a Colombia sin problemas de que te multen, y para eso tienes que sellarlo tambien en el DAS de Colombia, que queda entrando a Cúcuta al otro extremo del aeropuerto de allá...
Amplíame la información sobre tu itinerario y tal vez pueda darte mas detalles...
Saludos,
TBC
Wow que suerte tuviste, tengo años comiendo alli y nunca me han dado nada :( ni siquiera unas papas por error
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